Planeamiento General del Puente
El puente de San Sebastián está situado en una barraca del río del mismo nombre, en el estado de Jalisco México, y el proyecto se ha hecho en colaboración con la empresa mexicana Mexpresa (Mexicana de Preesfuerzo) con la que hemos realizado todos nuestros trabajos en ese país.
Los dos problemas fundamentales de este proyecto fueron debidos a la fuerte pendiente de las laderas de la barranca y el alto grado sísmico de la región.
La morfología de la barranca sólo admitía una solución lógica de puente que es un arco que salte de borde a borde de la barranca. Las dimensiones de barranca dan lugar a un arco de 135 m. de luz. La inaccesibilidad de las laderas, cuasi verticales en las zonas altas, sólo permitía el acceso a las cimentaciones del arco desde los bordes superiores, lo cual obligó a hacer un arco lo más rebajado posible para que el acceso a ellas desde el borde superior fuera lo más corto posible. De hecho, dada la verticalidad de las laderas, la excavación de las cimentaciones había que iniciarlas desde los bordes superiores de la barranca. Desgraciadamente la excavación de las cimentaciones no ha sido todo lo estricta que debía haber sido, y esto ha degradado el aspecto del entorno de las cimentaciones.
La intensidad sísmica de la región ha condicionado también el proyecto, obligando a colocar en los extremos del tablero transmisores de choque, para evitar problemas transversales en el puente. Si bien el planteamiento general para resistir los efectos sísmicos, tiende a la utilización de amortiguadores de choque que permita grandes movimientos de la estructura para reducir al máximo los esfuerzos producidos por el sismo, nos hemos encontrado en algunos casos y éste es uno de ellos, en que hemos necesitado aparatos que nos permitan movimientos para deformaciones lentas (temperatura, retracción, fluencia) y sin embargo que coaccionen los movimientos para deformaciones rápidas (sismo), como luego veremos.
Descripción del proyecto
Como hemos dicho, se ha tratado de hacer un arco lo más rebajado posible (1/15 de la luz) para conseguir que la altura desde tablero a los cimientos sea lo menor posible. Para ello es conveniente, que además de hacer el arco rebajado, el canto del arco y el del tablero coincidan en clave, lo que da lugar a que ambos elementos sean solidarios en el tramo central del arco, en este caso en una longitud del 50% de la luz del arco. Esta coincidencia arco-tablero y su bifurcación, nos ha llevado a dar al tablero un canto comparable al del arco, aunque más pequeño: 2.50 m. tiene el arco (1/55 de la luz) y 1.40m.+0.20m. de aceras, tiene el tablero. Este canto del tablero nos ha llevado a plantear en él luces del orden de 30 m. (1/20 de la luz). El tablero desde la zona común arco-tablero a estribos tiene a ambos lados una longitud del orden de 60 m., estos tramos se han dividido en dos luces del orden de 30 m., mediante montantes inclinados solidarios con el tablero que parten del arco y el tablero. El puente tiene una longitud total de 193 m. entre estribos.
Tanto el tablero como el arco son cajones monocelulares del mismo ancho 6 m. El cajón del tablero se prolonga lateralmente mediante voladizos de 2.25m. para conseguir un ancho de calzada de 10.50 m.
Problemas del proyecto
El puente está formado por un arco biempotrado, solidario del tablero en su parte central. El tablero se prolonga a ambos lados mediante vigas continuas que se apoyan en su extremo en los estribos. Se trata por tanto de una estructura simple que no plantea problemas especiales, salvo los debidos al efecto del sismo.
Los efectos del sismo podemos dividirlos en longitudinales y transversales. Longitudinalmente en este caso no se plantea ningún problema, porque la estructura resiste perfectamente sus efectos sin ningún aumento apreciable de sus esfuerzos.
El problema que se plantea en esta estructura es transversal. En principio, el tablero se planteó apoyado en los estribos con desplazamiento longitudinal libre y coacción transversal, lo que quiere decir que el tablero tenía libertad de giro según el eje vertical, es decir, libertad de giro en su plano.
En estas condiciones, la deformación longitudinal del tablero inducía un desplazamiento en cabeza de los diafragmas inclinados que generaban unos momentos grandes en ellos, pero sobre todo, y esto era irresoluble, introducía unos momentos torsores en el arco que era incapaz de resistirlos. La única posibilidad de resolver la estructura en estas condiciones, consistía en aumentar significativamente sus dimensiones en ancho y canto.
La única solución posible que encontramos sin cambiar las dimensiones del puente, consistía en reducir las deformaciones transversales del tablero, y para ello era necesario coaccionar el giro en su plano en sus extremos, lo que significa coaccionar los desplazamientos longitudinales.
Esta coacción es imposible, porque no se pueden coaccionar los desplazamientos en los extremos de un puente de 193 m. de largo para temperatura retracción y fluencia. Por ello ha sido necesario colocar transmisores de choque, que permitan los movimientos lentos (temperatura, retracción y fluencia) y bloquean los rápidos (sismo, frenado) de forma que en caso de sismo, el tablero esté empotrado según un eje vertical en sus extremos.
Los demás temas de proyecto no plantean problemas singulares, El tablero está pretensado en toda su longitud, y las cimentaciones están apoyadas en una roca competente, que necesitó algunos cosidos mediante anclajes pretensados, debido fundamentalmente a la geometría de las laderas de la barranca.