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La avenida del río Segre en 1982 destruyó muchos puentes en la cuenca alta del Segre. Cuatro de ellos se sustituyeron por puentes colgantes, con luces que varían de 70 a 102 metros. Tres de estos puentes, la Reula (70 metros de luz), Basella (90 metros de luz) y Peramola (102 metros de luz) eran pasarelas, y se sustituyeron por puentes ligeros con carga limitada a 10 toneladas y un ancho de 3 metros. El puente de Figols (80 metros de luz) era un puente de tráfico normal, y se sustituyó por un puente para las cargas de la instrucción española, un ancho de plataforma de 5,50 metros y aceras de 1 metro.

Un planteamiento básico del proyecto del conjunto de estos puentes fue lograr el mayor índice de prefabricación posible. Los tableros se hicieron todos con dovelas prefabricadas, iguales las de los tres puentes ligeros, que consistían en losas nervadas, y con un cajón bicelular las dovelas del puente de Figols. Las torres también se prefabricaron; están formadas por trapecios con anchura máxima en cabeza, que se debe a las dimensiones de las sillas, porque éstas debían tener un radio amplio, entre dos y tres metros, para evitar que su curvatura obligara a aumentar excesivamente el diámetro de los cables principales, a causa de las tensiones de incurvación que produce la silla.

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También se prefabricaron los macizos de anclaje de los cables principales, que se fijaban al terreno mediante anclajes activos alojados en las pantallas de cimentación.

Los cables principales están formados por cables cerrados, con diámetros entre 56 y 72 mm. En el puente de Figols cada cable principal se desdobla en dos cables cerrados de 68 mm de diámetro.

Los cables principales se rigidizan mediante tirantes negativos (que van del pie de la torre a los cables principales) a fin de reducir las flexiones en el tablero, y las vibraciones al paso de las cargas.

La prefabricación de todas las piezas se hizo en un taller central y se transportaron a los distintos tajos. Primero se montaban las torres, luego los cables principales; después se colgaban de ellos las piezas prefabricadas, se montaban los tirantes negativos y por último se hormigonaban las juntas entre dovelas y se pretensaba longitudinalmente el tablero.

Todos estos puentes se terminaron en 1984.

– Cauce 2000 nº 9 (1984).

– Hormigón y Acero nº 158 (1er Trimestre 1986).

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